Proyecto 2015.
En Sevilla, al parque de atracciones que se instala en el recinto ferial durante la Feria de abril se le conoce como Calle del Infierno. Un espacio donde las instalaciones compiten unas con otras en iluminación y sonido. Cientos de atracciones con canciones del verano sonando a un volumen ensordecedor. Sin embargo, en fotografía ese clima solo se consigue con el movimiento. Y precisamente en este trabajo he procurado justo lo contrario, vaciar el objetivo para lograr una imagen de calma inédita en el Real de la Feria.